Perlas amarillas

Desgastadas tiradas en el piso
Llenas de polvo e historias
Amarillas, antiguas, casi mágicas
Un día, elegantes y caras
En el cuello más codiciado
Blanco, fino, delicado
Adornos eran aquellas perlas amarillas

Hoy el suelo brilla
Reflejos de sol se asoman
Tenues, pero perceptibles

Alfombra amarilla
Opaca y desbaratada
Olvidadas perlas tiradas forman una sola masa
Juego hacían todas
Collar, anillo y pulsera formaban
Pero terminaron siendo piedras sucias en el suelo

Elegancia sofisticada dotaban a su dueña
Ya no queda ni rastro de ella
También olvidada por la vida
Como aquellas perlas divididas
Separadas unas de las otras
Cada perla aislada

Todas destiñen el lugar
Antiguas perlas amarillas llenan el cuarto de agonía
Triste agonía de historias que quieren ser relatadas
Historias que buscan luz y voz de alma
No hay respuesta
Todo en silencio para las perlas

Ella las busca
Triste las encuentra
Solo observa
Destrozada distinción sobre polvo
No puede unir lo desacoplado
Es solo espíritu
Ánima en vida
Abstracta existe
Llora la pedida
Sufre por la inconsecuencia
Nadie las ve, perlas derramadas
Historias tiradas
Vida pasada

Glamorosas fiestas y galas recorrieron aquellas perlas
Alguna vez blancas, deslumbrantes
Infinitos ojos miraron su exótica belleza
Distraídos por el rostro de la dama que las lleva
Hermosas perlas, pero diosa de belleza su dueña

Solo perlas amarillas quedan.